Cámaras en el maletero, el equipo de Estudio2K, nos vamos de ruta a Pesquera de Duero, un lugar emblemático del vino. Pesquera de Duero. A 44 kilómetros de Valladolid y en la margen derecha del rio Duero se encuentra este pueblecito conocido, como toda la zona y entre otras cosas, por sus vinos.
Lo primero que hizimos al llegar fue localizar la casa rural en la que nos íbamos a alojar por esa noche. El pueblo es pequeño, por lo que no tuvimos que dar muchas vueltas. La Cantamora es una casa grande del pueblo, pero muy bien acondicionada para recoger a los visitantes que busquen una estancia apacible o como base de las diferentes rutas para senderistas y ciclistas que se pueden encontrar por la zona. De decoración sencilla y techos de madera, cuenta con una buena y equipada cocina así como alquiler de bicicletas.
Con concierto incluído
Un concierto ochentero dado por un conjunto del mismo pueblo nos sorprende nada más llegar. La música llegaba desde la piscina municipal, donde esa misma tarde se había desplazado gran parte de los pesqueranos.. Padres, abuelos, hijos y carritos habían tomado el recinto para escuchar canciones que a todos nos gusta tararear.
Entrada libre y libre ubicación aunque, curiosamente, gran parte del público los encontramos sentados en las sillas de plástico como si de un teatro se tratara, sólo los más intrépidos se debatían con piernas y brazos bailando al son.
Abandonamos el evento, tras una cerveza a modo de bienvenida, y nos disponemos a otear por las calles del municipio, buscando, claro está, alguna taberna donde tomar un caldo de la zona.
Nos sorprende la arquitectura emblemática y escudos nobiliarios de algunos caserones en el trayecto a pie, hasta llegar a la iglesia de San Juan Bautista y la plaza del pueblo.
La iglesia
La iglesia, del siglo XVI, de una sola nave, cuenta con 2 torres aunque una de ellas no llegó a finalizarse y una importante fachada donde destaca su fabulosa puerta adintelada, además de su maravilloso retablo barroco, fiel reflejo del modelo característico de la escultura barroca vallisoletana. Capillas con bóveda de arista y de cañón y un magnífico órgano de nogal del siglo XVIII en el coro.
Como fuere nuestro propósito visitar alguna de las bodegas de este vetusto lugar, y con amplia carta donde elegir, ya veníamos decantados por una de ellas, familia de la casa rural en la que a bien tuvimos ocasión de dormir. Y puesto que en el hospedaje nos hicieron una popuesta de ruta por el pueblo y posterior visita a la bodega, no pudimos por menos que centrarnos en una parte representativa del mismo y así lo hicimos.
Ruta por Pesquera.
La Ruta a Pesquera de Duero, llevada a cabo sosegadamente y bien comentada por la guía, Julia, una mujer bien docta en la cultura del pueblo, así como en materia enológica, nos mostró Pesquera a lo largo de la historia.
Dos horas y posterior visita a la bodega Cantamora dio para conocer curiosidades relativas al vino y los viñedos de la Denominación de Orígen, y concretamente de Pesquera.
El pueblo está situado en una planicie formada a través de los tiempor por el río Duero al sur y por los arroyos que en él desembocan (el de Piñel, el de San Pedro y el de San Isidro). Está formada por suelos de gravas y limos aluviales muy aptos para el cultivo en general y, en la proximidad de los cauces, para las huertas. Al norte, a cierta altura sobre la ribera, se sitúa el páramo, con suelos calizos que forman una amplia extensión.
El centro del pueblo dispone una estructura muy curiosa. Las casas están orientadas hacia dentro con las fachadas mirando hacia el entramado interno de las calles, mientras que al exterior lo más abundante son muros sin aberturas o, a lo sumo, con los grandes portalones que ofrecen salida al corral. Disposición muy efectiva ya que ha ejercido el papel de muros y fortaleza ante cualquierr intento de ataque.
Bodegas Cantamora.
La bodega, nada parecido en tamaño a las macrobodegas de cierto renombre que están establecidas en esta comarca y que se publicitan en medios turísticos es, sin embargo, una propiedad familiar cien por cien y muy particular.
40 hectáreas de viñedo, pequeñas instalaciones (600 metros cuadrados), ymaquinaria adecuada, 350 barricas, el 80% de roble francés y el 20% de roble americano dan cada año de 40.000 a 50.000 botellas.
Tres vinos tuvimos el gusto de catar.
Tinto Moreño joven roble.
Color: Color de capa mediana muy bonita con ribetes morados en
capa fina. Brillante, luminoso, de buena presencia y limpio.
Aroma: Se aprecian los olores propios de la variedad como son los
frutos rojos y a panadería por la fermentación.
Sabor: Paso suave y agradable, con un toque dulce provocado por el
tanino de la uva bien madura.
:Con uva Tempranillo 95% y Cabernet Sauvignon 5%, de viñedos de más de 25 años y crianza como mínimo 7 meses en barrica de roble francés y americano.
Tinto Moreño crianza.
Crianza con un mínimo de 12 meses en roble francés. Tempranillo 95% y Cabernet Sauvignon 5%
Color: De capa alta, con persistencia de morados en capa fina, limpio y brillante.
Aroma: Potente y estructurado, ensamblado perfecto de fruta bien madura con los torrefactos de la barrica
Sabor: Dulce a la entrada, muy goloso de paso suave pero intenso en boca denota una fruta muy madura como frutillos del bosque. Bien ensamblados con el tanino de barrica francesa.
Acebeño rosado.
Color: rosado limpio y brillante.
• Aroma: fresco con recuerdos a frutas del bosque.
• Sabor: paso suave, uva bien madura y recuerdos a frambuesa.
Todos ello, acompañados de queso y una riquísima tortilla hecha por la mismísima dueña, Blanca, hizo las delicias del paladar que se esperaba.
Nos quedaron muchas cosas por ver y otras bodegas por visitar, lo sé,pero el fin de semana no daba para más y optamos por una toma de contacto relajada y distendida.
Volveremos, próximamente, eso sí, para catar los caldos de esta añada que, por cierto, ya se ha hecho la vendimia, con menos cantidad de uva pero de una calidad excelente. Mucho grado, es decir, buena maduración y gran concentración de azúcar, lo que supone que serán grandes vinos de alta graduación seguro que a partir de 14.5 grados.
Terminamos esta ruta a Pesquera de Duero levantando la copa y brindando con un …. «Salud…»
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By Pedro Arroyo
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